El pasado histórico de los pueblos costasoleños no podría jamás entenderse sin aludir a la industria, historia o tradición pesquera. De hecho, son muchos los vecinos de Estepona, Sabinillas, Marbella o Fuengirola que no podrían hablar sobre sus familias sin hacer referencia al mundo del mar. Tradiciones gastronómicas como el pez volador en salazón, la cultura de la pesca artesanal o la fauna marina de la zona conforman todo un patrimonio que distingue a la Costa del Sol de otros destinos turísticos.
Un mundo marinero que lleva años languideciendo por la falta del relevo generacional. No obstante, se está convirtiendo ya en un nuevo atractivo turístico de la Costa del Sol. Y es que más allá del sol y playa, detrás de ese pescado fresco que muchos desean probar, hay toda una historia por conocer.
Fue así como Shonia Cruz, licenciada en Turismo y con formación en pesca, supo ver hace algo más de 12 años el potencial que podían tener actividades relacionadas con el mar como “una alternativa complementaria y sostenible” que impulsara la pesca tradicional como atractivo turístico. Esa visión, unida a un “entusiasmo por emprender” la llevaron, junto a su pareja, a la creación de un proyecto pionero en toda España que ha potenciado la actividad turística en el Puerto de Estepona: Turismo Marinero Costa del Sol.
“El objetivo de Turismo Marinero es que las personas que visitan nuestras costas o vivan aquí puedan conocer qué hay detrás de este gran patrimonio de la mano de los propios profesionales del sector”, explica Shonia, gerente de Turismo Marinero, en una entrevista a Once Soles.
Un mundo que ella misma reconoce “adorar” y del que “hay mucho que aprender”. En este sentido, recalca el “valor sostenible de la pesca artesanal sin olvidarnos del oficio de una larga tradición en la familia y el medio de vida que nos apasiona”.
Turismo Marinero Costa del Sol se posiciona así como un proyecto pionero en toda España que, naciendo en el Puerto de Estepona como base y donde se ofrece todo el pack completo de actividades, ha conseguido en estos años impulsar algunas iniciativas también en otros puntos de la provincia como el Puerto de Caleta de Vélez Málaga o los Puertos Deportivos de Marbella y Fuengirola.
“Cuando decides emprender con un proyecto de estas características al principio es difícil, porque es algo que no existía en esta zona, no había demanda y hablar de turismo marinero era totalmente desconocido”, asegura Shonia. Pero la ilusión y pasión que la pareja sentía por el mundo marítimo y la pesca tradicional era mucho mayor que cualquier obstáculo.
Y así, después de más de una década de aquella propuesta, el Puerto de Estepona recibe cada semana diferentes grupos de personas con ganas de conocer todo lo que hay detrás en este apasionante mundo.
Ser pescador por un día
Las experiencias que ofrece Turismo Marinero son muy variadas. Desde actividades para centros escolares o excursiones por Estepona. Una de las más atractivas, según explica Shonia, es enrolarte en una barca para descubrir la pesca durante la campaña del Pez Voaldor, una peculiar especie que solo aparece durante un mes del año en zonas como Estepona, La Línea, Tarifa o Ceuta.
Pero las posibilidades van mucho más allá. Visitas guiadas por los lugares más emblemáticos de la vida diaria de un puerto pesquero -en Fuengirola, Marbella o Estepona-; un taller de nudos marineros para los más pequeños, un taller de calidad y frescura del pescado -donde un profesional revela los secretos y características el pescado fresco- o una divertida gymkana donde niños y adolescentes pueden conocer la actividad y la vida de los pescadores, el funcionamiento de la lonja, la subasta del pescado o los tipos de barcos de la flota del puerto de Estepona, entre otros.
Valor educacional
De todas las posibilidades y experiencias que está desarrollando Turismo Costa del Sol, Shonia asegura que lo que “más le gratifica” es el “valor educacional” que engloba el proyecto: “Son muchos los colegios o institutos de la zona que se han interesado en nuestras experiencias por el aporte de conocimiento o acompañamiento al temario que están dando en clase. Pasan del estudio del papel a vivirlo en primera persona”.
Como ejemplo, cuenta la última excursión con un grupo de alumnos de Alemania que se encontraban realizando en Estepona una actividad de intercambio con el IES Mediterráneo: “Esta mañana hemos recibido a unos alumnos que, con sus propias manos, han podido tocar a un pulpo. La experiencia para ellos es muy enriquecedora. Una cosa es lo que aprendan en los libros y otra lo que pueden vivir en persona”, explica con entusiasmo.
Y no solo en el ámbito escolar, sino también con el tejido social de Estepona y localidades vecinas. Tal y como asegura Shonia, en el pasado año, fueron muchas las asociaciones que participaron en diferentes acciones que desempeña la empresa para acercar también el mundo del mar a colectivos más vulnerables. Es el caso de Aprona, en Estepona, Cruz Roja o asociaciones contra el alzheimer.
“Una de nuestras misiones es la responsabilidad social como empresa de impulsar la economía azul, la sostenibilidad y tener un alcance social, un impacto en los diferentes colectivos sociales, acercarlos a este apasionante mundo que engloba al mar”, asegura.
En este sentido, destaca una de las últimas propuestas en las que, a través de la realidad virtual, desarrollaron un paquete de experiencias inmersivas para aquellas personas que por cuestiones de discapacidad tuviesen dificultades para realizar algunas de las actividades. Por ello, explica, “el objetivo y compromiso de la empresa en la lucha por romper la brecha social y pensar en aquellas personas que sabemos que no pueden embarcarse”.
Turismo Marinero para todos los públicos y sostenible
Otra de las grandes características del proyecto es la adaptación de las ofertas marineras a cada perfil: “Algo que teníamos claro desde que empezamos es que el patrimonio marítimo pesquero de nuestra costa es tan amplio que se debía adaptar a las necesidades de cada público. No es lo mismo la oferta para niños o adolescentes que para adultos, que pueden, por ejemplo, disfrutar de una cata degustación de vino sumergido.
Todo ello siguiendo un foco clave, “la sostenibilidad” y el impulso de “la economía azul”. Para Shonia, quien asegura sentirse “muy agradecida” por el feedback recibido durante todos estos años, es una de las “partes fundamentales” de este proyecto. Por ello, también se ofrecen talleres de reconocimiento de pescado para enseñar cuáles son las tallas mínimas marcadas para la pesca y reafirmar así el “compromiso por fomentar el respeto a la fauna marina”.
Una mirada que contribuye a enclaves turísticos como Estepona y otras zonas de la Costa del Sol a diferenciarse de la oferta tradicional. Por ello, Shonia asegura “sentirse muy feliz” por poder trabajar en un proyecto que, pese a ser una empresa, “posee un ADN marcado por la búsqueda de un impacto social y un feedback con la sociedad”. Del mismo modo, expresa su orgullo por “abanderar un sector muy bonito y, a su vez, desconocido, como es el de la pesca y el mar”.