Investigadores del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de los Estados Unidos y la Universidad de Aalborg de Dinamarca, han realizado un estudio que concluye un nuevo papel de la vitamina D. Las investigaciones revelan que esta vitamina está funcionando más como hormona, reduciendo el riesgo de cáncer ligado al microbioma intestinal.
El estudio, publicado en la revista Science, concluye uqe la vitamina D sería capaz de etimular el crecimiento de un tipo de bacteria intestinal que mejoraría la inmunidad contra el cáncer. Se trata de Bacteroides fragilis, una bacteria que forma parte de los microorganismos que colonizan el microbioma intestinal humano.
Tras esta nueva investigación, se ha demostrado la relación que la vitamina D podría guardar con enfermedades como el cáncer. Según explican los investigadores, durante el estudio los ratones que recibieron una dieta rica en vitamina D tenían una mayor resistencia inmune frente a los cánceres trasplantados experimentalmente y mejores respuestas también al tratamiento con inmunoterapia.
Y es que en los últimos años el interés por la vitamina D y su sorprendente déficit en países expuestos al sol como España no ha dejado de aumentar. Pese a que los protocolos médicos actuales solo aconsejan vigilar estos niveles en personas con riesgo de enfermedad ósea -osteoporosis o raquitismo-, son muchas las personas que se están detectando con falta de vitamina en nuestro medio. Su tratamiento parece mejorar síntomas que, en principio, no tendrían relación con esta molécula.