Un preso de la cárcel del municipio malagueño de Alhaurín de la Torre ha sido trasladado a aislamiento después de, al parecer, bajarse la ropa y tocarse los genitales delante de una funcionaria.
Los hechos tuvieron lugar este pasado domingo, cuando se iba a proceder al reparto de la comida al mediodía sobre las 12.50 horas. Así, la funcionaria salió para ese reparto de comida y, al parecer, el interno, que está condenado en relación con un delito contra la libertad sexual, se bajó la ropa y comenzó a tocarse los genitales delante de ella. Tras los hechos, se dio aviso a los jefes de servicio, se procedió al cacheo del interno, que se mostró alterado, y fue trasladado a aislamiento.
Rafael Paniza, secretario de Relaciones Institucionales y portavoz de la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP), ha advertido de los hechos y ha trasladado, en primer lugar, apoyo a la compañera en estos momentos.
Así, ha criticado que «el sistema penitenciario está inmerso en la obsolescencia». «Durante varias décadas los diversos partidos políticos o gobiernos nos han ido dejando de lado, todo lo centran en el tratamiento y han dejado la seguridad de lado».
Ha añadido que «ahora mismo estamos vendidos con respecto al respaldo legal por parte de la institución, aparte de medios, falta de protocolos, de sanciones disciplinarias más duras a los internos …». Además, ha lamentado que «cada día nos lo pone también más difícil, con muchas instrucciones y órdenes, que, al final, hacen más difícil nuestro trabajo y son ellos los que tiene que ofrecer todo tipo de seguridad para realizar, creo, uno de los trabajos más difíciles que se pueden realizar y, desde luego, más hostiles».
Así, ha insistido en que «Instituciones Penitenciarias, el Ministerio del Interior, que es de quien dependemos, los que nos tienen que ofrecer es seguridad», recordando otros casos ocurridos en otros centros penitenciarios. «Una prisión es lo que es y llevan años vendiendo una cosa a la sociedad que no es real», ha concluido.