El Unicaja se proclamó campeón de la Champions FIBA este domingo al superar (75-80) al Lenovo Tenerife en la final del Beogradska Arena de Belgrado.
La octava edición del torneo tuvo de nuevo color español. El Unicaja logró su primer entorchado, para recuperar las mieles del éxito europeo desde que ganaron la Eurocup en 2017, campeones también de la Copa Korac de la FIBA en 2001. Los de Ibon Navarro tuvieron más recursos y más defensa en un nuevo capítulo de la gran rivalidad moderna entre ambos equipos.
Los de Málaga, que superaron a los canarios el año pasado en la final de Copa del Rey y en los ‘playoffs’ de cuartos de final de Liga, tardaron poco en coger las riendas e iniciaron el segundo tiempo con un 27-41. Los de Txus Vidorreta remaron hasta el final, pero fallaron en busca de su tercera Champions (2017, 2022).
A los canarios le condenaron las pérdidas en el primer tiempo, hasta 14, aunque con un acierto mediano en ambos equipos, el marcador se mantuvo parejo. Unicaja se movió mejor en ataque y castigó esas recuperaciones para terminar el primer tiempo con buena renta (27-38). Tres triples de Nihad Dedovic en la reanudación ampliaron la renta de los de Navarro hasta los 15 puntos.
De nuevo, como en semifinales, el equipo aurinegro se encomendó a Kyle Guy, Marcelinho Huertas y Giorgi Shermadini, pero el intercambio de golpes no le valía. Los de Vidorreta apretaron en defensa y apretaron el marcador (50-54), pero el desgaste extra de ir a remolque se dejó notar. Además, el Unicaja encontró tiradores como Kendrick Perry y Tyson Carter para mantener la delantera.
Los de La Laguna aguantaron su esfuerzo y la fe en el partido, pero a un Unicaja que comanda la Liga Endesa en una temporada de mucha categoría no le tembló el pulso para atar su trono europeo. Después de la Copa del Rey el año pasado, los de Ibon Navarro siguen siendo un equipo ganador, avisando para los ‘playoffs’ ligueros.
En la final de consolación, el UCAM Murcia, que había perdido con los malagueños en la semifinal del jueves, igualó el tercer puesto que firmó en 2018. Los de Sito Alonso entraron con más energía al partido que nadie quiere jugar, con 27 puntos en el primer cuarto, y mantuvieron la delantera con claridad hasta el tercer cuarto.
La reacción del Peristeri de Vasileios Spanoulis apretó el partido hasta un desenlace de infarto, pero Ludvig Hakanson, 22 puntos, se vino arriba desde el triple para asegurar el triunfo del UCAM y el podio español en esta Champions de Belgrado.