Los trabajadores del Juzgado de instrucción número 5 de Torremolinos se llevaron un buen susto el pasado fin de semana. Al ver la aparición de grietas en las paredes y cómo las baldosas del suelo se levantaban pensaron que el edificio -situado en el número 39 de la avenida Palma de Mallorca- se les venía encima.
Por miedo al derrumbe, los funcionarios dieron la voz de alama. Así lo ha relatado a AZ Costa del Sol el portavoz del sindicato Csif Antonio Pineda: «Se levantó toda la solería y las paredes estaban resquebrajadas. Los trabajadores no se fiaban de la seguridad».
El conjunto de empleados que trabajan en esa sede judicial -personal del juzgado de instrucción, pero también del decanato y la Fiscalía, se negaron este lunes a acudir a sus puestos, al menos hasta que se asegurase la integridad del edificio.
Desde la administración autonómica, se ordenó de urgencia la realización de unas catas para comprobar si los cimientos corrían peligro. Según el informe posterior, la causa de estos desperfectos podría estar en el mal estado o la falta de las juntas de dilatación en las baldosas del suelo, la condensación del calor registrado estos días sumada a la humedad habría provocado el levantamiento del suelo y con él la aparición de grietas en las paredes de yeso por donde transcurre el cableado de las instalaciones.
No obstante, todo apunta a que la estabilidad del edificio no está comprometida. Por esa razón la mayoría de funcionarios volvieron ayer a sus puestos a excepción de los trabajadores del Juzgado de Instrucción 5, donde aparecieron los daños, que deberán esperar a que se acometan las obras de reparación necesarias.
«Lo ocurrido debería servir para agilizar la construcción de una sede judicial nueva con oficinas adecuadas. El edificio actual es muy antiguo y no sabemos si volverá a sufrir nuevas incidencias», explican desde el sindicato Csif.
Los juzgados de Torremolinos se encuentran actualmente repartidos en tres edificios en alquiler. Existe un proyecto para dotar a la ciudad de un futuro Palacio de Justicia en unos terrenos que deberá ceder el Ayuntamiento.
Una vez acordada y definida la parcela, el Ayuntamiento impulsará los trámites necesarios para su cesión a la Diputación provincial, que se encargará de la construcción del edificio –que será de su propiedad– y posteriormente lo arrendará a la Consejería para que asuma su gestión y pueda destinarlo a prestar el servicio público de justicia como sede del Partido Judicial de Torremolinos.