Tsehay -traducido del amhárico al castellano como ‘Eres un sol’- fue el nombre que Myriam Ostos eligió para su ONG, donde, como un rayo del preciado sol, da luz a la vida de 140 niños y niñas en Etiopía.
Desde muy joven el interés por los temas sociales siempre ha estado presente en la vida de la mijeña. Sus primeros pasos como voluntaria los dio en diferentes puntos de España, pero fue en su viaje a Calcuta donde “mi forma de ver la vida cambió y decidí dedicar gran parte de mi vida a ayudar a los demás donde fuera”, comenta a este medio.
Se decantó por estudiar la carrera de educación infantil para posteriormente ampliar sus estudios con un máster de cooperación internacional. Tras ello, pondría rumbo a Etiopía con el fin de llevar a cabo diferentes proyectos.
Con miedo -pero con mucha ilusión- tomó la decisión de fundar su propia ONG. El seguir siendo fiel a sus valores y el poder “ayudar a la infancia en sitios donde no hubiera llegado nadie” fueron los principales motores para que Myriam “sin saber todo lo que conllevaba esto” iniciara su nueva aventura en solitario.
En cuestión de muy poco tiempo su vida dio un giro de 180 grados, instalándose así en el segundo país con más población de África donde “la vida es complicada en muchos sentidos”. A pesar de ello, “el ver cómo crecen los niños, cómo se desarrollan de forma adecuada, cómo van estudiando y cómo van luchando contra estas trabas que le pone la sociedad es lo que me da fuerzas para seguir”.
Una comunidad a la que no había llegado nadie
En uno de sus viajes a Etiopía, donde buscaba una comunidad a la que no hubiera llegado nadie “fui hasta un lago en el que recordaba que había niños alrededor”. En ese momento Myriam tenía conocimientos básicos de amhárico e intentó comunicarse con los pequeños. “Ninguno de ellos me entendía. Todos hablaban oromo que es otro de los idiomas de Etiopía”. Todos, a excepción de una niña que se llamaba Tsehay, «el nombre que yo le había puesto a la ONG tres meses antes”. Y como si de una señal se tratase, “decidí empezar en esa comunidad”.
Desde entonces, -a pesar de ser un ONG pequeña- el impacto que están teniendo en la comunidad es bastante grande. “Los niños y niñas están estudiando. Comen una vez al día, cuando para muchas familias comer todos los días no es algo habitual porque lo hacen una vez cada dos días. Tienen atención sanitaria. Les ayudamos a poder seguir adelante y poder labrarse un futuro”.
A pesar de comenzar esta andadura sola, actualmente la ONG Tsehay cuenta con un total de 10 mujeres en Etiopía que “están contratadas para diferentes aspectos que nos hace falta en el terreno”, pero también cuentan en España “con muchas voluntarias que ayudan en la recaudación de fondos o en aquellos aspectos que nos hace falta desde allí”. Además hay “voluntarios puntuales tanto en España como en Etiopía” que siempre están dispuestos “a echar una mano”.
En cuanto al día a día, “antes de que amanezca, los niños y niñas suelen ir a por agua a un pozo que se encuentra entre hora y media o dos horas. Cuando vuelven se duchan y se arreglan. El que puede desayuna y, si no, se van al cole. En el caso de los mayores, tienen que andar hasta la ciudad unas dos horas para poder ir al instituto. Luego cuando llegan a casa se cambian. Los que puedan comen y los que no se vienen al proyecto. Por la tarde les damos clases de refuerzo, hacemos actividades o talleres y luego se da la comida que tienen con nosotros. Cuando llega la noche se van a casa”.
Para Myriam este es un sueño cumplido del que se siente muy orgullosa, sobre todo “cuando veo que una de las mujeres que trabaja con nosotros es capaz de ahorrar para comprarles un colchón a sus hijos o cuando una de las niñas, a la que su familia quiere casar, decide seguir estudiando. Esas cosas tan pequeñas que van pasando son las que me enorgullecen”.
Esperanza en el futuro
Cuando le preguntamos a Myriam por esa esperanza en un futuro digno para estos niños, no titubea a la hora de decir que “el objetivo de toda ONG es que en un futuro deje de necesitarse porque desde su propio desarrollo podrán seguir luchando por su comunidad. Ellos van a ser el cambio de esa sociedad y ellos son el futuro”.
Por otro lado, la mijeña continúa luchando para seguir aportándoles esa ayuda a los más pequeños y tiene claro que “no veo otra cosa que no sea estar aquí y dedicarme a esto”.
Cómo colaborar
Para ser voluntario de la ONG Tsehay -tanto en España como en Etiopía- únicamente debes ponerte en contacto con ellos. En el caso de querer colaborar económicamente podrás hacerlo como socio o amadrinando a un niño o niña de la comunidad. Dicho amadrinamiento cubre el 100% de los gastos educativos, alimentarios y la atención sanitaria que recibe el niño o la niña durante el mes.