En el momento de escribir este artículo me encuentro viajando en tren a mi tierra natal, a Zaragoza, cuando he recordado el casi olvidado proyecto de una línea férrea que uniría Málaga con Algeciras.
Sí, estimados lectores, es algo así como una utopía; como un deseo infantil al que se le va dando largas para no alterar al niño, no vaya a ser que comience con una rabieta de las gordas si se le dice que no.
Todavía no se ha llegado a descubrir qué extraña alineación estelar impide la construcción de esas vías uniendo la capital malagueña con el Campo de Gibraltar.
¿Será por el alto coste para comprar los terrenos idóneos para ello? ¿O quizás una mano oscura y alargada, como la de los cipreses, obstaculiza tan relevante propósito?
¡Uy, no! … alargada es la SOMBRA de los cipreses, según el gran literato Miguel Delibes, quien con su primera novela titulada con esa peculiar metáfora obtuvo el Premio Nadal, allá por 1947.
En serio, lo que quiero decir es que, a menudo, los intereses económicos son los que priman y podría ser que no interesara a «vaya usted a saber quién», que unos cómodos y rápidos vagones facilitaran la vida a miles de personas.
Estoy pensando, por ejemplo, en tantos y tantos estudiantes universitarios que tienen que pagarse un alojamiento entre semana, en vez de poder ir y volver en el día a su hogar, dulce hogar.
También estoy pensando en un montón de personas trabajadoras (qué culpa tendrán ellas de tener esa mala costumbre) al ganarse las habichuelas en lugares bastante retirados de sus casas.
Y ya no entremos en el detalle de millones de turistas atraídos por las delicias que ofrece la Costa del Sol (no me sirve de excusa la manida observación de que atraería a un turismo de baja «calidad», cuando lo cierto es que con tren o sin él, es la nota predominante hoy en día).
¿Sabían que la idea de unir Málaga con Cádiz tiene casi un siglo de existencia? ¿Que desde 1926, el gobierno del General Primo de Rivera acordó en un Plan Urgente su ejecución? Claro que se vieron ante la perentoria necesidad de sofocar un Golpe de Estado, bueno, en realidad abortado por sus propios conjurados que vieron como todo se iba al traste ya que el rey, Alfonso XIII, se había enterado de tan osada maniobra; posteriormente la proclamación de la República y más tarde, la tristemente conocida Guerra Civil.
Bueno…me estoy yendo por los Cerros de Úbeda. Al grano, entre unas cosas y otras, aquí estamos, a la espera de ese ansiado tren que facilitaría en gran medida, el día a día a muchísimas personas.
Pero, no perdamos la esperanza porque la Junta de Andalucía, recientemente, ha rescatado el proyecto del frío y oscuro olvido para invertir los 4.500 millones de presupuesto de unos fondos europeos llamados NEXT GENERATION.
Expertos aseguran que no solo se ahorrarían toneladas de CO2, sino también crearía empleo y la movilidad mejoraría sustancialmente.
Esperemos un poco para ver si se lleva pronto a cabo tan relevante plan, de lo contrario, quizás tengamos que salir a la calle y formar una cadena humana de 150 km. no vaya a ser que lo olviden durante otros cien años más.
Ahí lo dejo.