Aray no pedirá este año a los Reyes Magos un castillo de juguete ni un coche de carreras. Este niño de seis años lo que pedirá en su carta es una «silla especial». Se llama Joëlette Adventure y es una silla todoterreno, con una sola rueda, diseñada para correr, para subir montañas, para llevar a su ocupante a las cumbres más difíciles, sea cual sea su capacidad.
La suerte es que Aray también cuenta con unos Reyes Magos «especiales». Ellos no van en camello, también prefieren correr. Son los miembros del Club Deportivo Ultra Trail Sierra Blanca, en Marbella, una organización sin ánimo de lucro dedicada a promover el amor por el deporte, la naturaleza y la solidaridad. Sus miembros se han propuesto cumplir esta Navidad el deseo de este niño. Una silla que le permitirá, a pesar de la enfermedad degenerativa que padece, correr como ellos, subir hasta donde ellos suban, sentirse igual de libre.
«La enfermedad de Aray no tiene cura, es degenerativa, le afecta a la memoria, al oído, a la vista, a su coordinación motora», explica a AZ Costa del Sol Fran Viegas, uno de los componentes del club.
Ellos conocieron a Aray a raíz de una carrera inclusiva y desde entonces ya no han vuelto a dejarlo solo. Se han propuesto, como auténticos magos, conseguir que Aray pueda trepar cualquier montaña sin necesidad de usar sus pies.
Hasta ahora lo habían conseguido porque otros clubs de Andalucía les prestaban una silla Joëlette. «El problema -cuenta Viegas- es que no podíamos depender de otras asociaciones, nos suponía un gasto de tiempo y dinero. Por eso decidimos comprar una para Aray y para cualquier otro niño que la necesite».
Así es como surge el reto navideño de Fran y sus compañeros: conseguir esa silla especial antes del día de Reyes. Para ello han puesto en marcha una recaudación de fondos – https://gofund.me/c5fda521-. Necesitan unos cuatro mil quinientos euros. De momento tienen casi la mitad, algo más dos mil.
«Vamos sumando poco a poco. El objetivo es reunir el dinero para que Aray tenga la silla el día de Reyes y poder usarla en la primera carrera que tendrá lugar en Alhaurín el día 14».
Es un reto difícil pero precisamente ellos están acostumbrados a tener fe, desde el club colaboran con otras muchas causas solidarias como la asociación Por una Sonrisa -que atiende a niños hospitalizados- o Aspandem -que trata con personas con discapacidad-. Para ellos se marcan retos imposibles, caminatas de récord como la que hicieron corriendo desde Francia hasta el Campo de Gibraltar solo para recaudar fondos.
En este caso, no se trata solo de la felicidad de Aray -que también-, si no de visibilizar la importancia de la inclusión, también en el deporte, de fomentar carreras para todos, carreras inclusivas.
«Queremos fomentar una inclusión real, que niños con cualquier enfermedad puedan venir a una carrera y tengan una integración real con otros niños. Por eso vamos a pelear por conseguir más sillas. Tenemos un proyecto para 2026 que es hacer una carrera específica solo para personas con este tipo de enfermedades, para que puedan venir todas, cuantas más sillas tengamos mejor», explica Fran.
De momento tienen tres semanas para conseguir la primera de esas sillas, la silla de Aray, y para eso apelan a la solidaridad de todos los malagueños.
«A pesar de sus problemas de memoria, Aray nos conoce y cuando nos ve y ve la silla la cara le cambia. Su madre siempre nos lo dice, nunca le ha visto tan feliz».