España, Australia, Hawaii y Francia. Cuatro países compitiendo por el Campeonato del Mundo en una manga de 25 minutos. Pasan los primeros cinco minutos.
Sarah Almagro -tras dos buenas olas- consigue un total de 17.17 sobre 20 en su puntuación. El mar se queda planchado, no entran olas. Quedan 15 minutos y la marbellí ya siente que está más cerca del título, aunque prefiere concentrarse en la competición ya que un despiste puede hacerle perder la medalla de oro. Las rivales continúan cogiendo olas.
El Banana Team obtiene la primera prioridad que le da el derecho a coger la ola que venga, antes que cualquier rival. Javi decide usar la estrategia y persigue a la australiana -mayor rival de Sarah dentro del Mundial-. Alejandro avisa de que llega una buena ola o “la bomba” como la llama la marbellí. La participante australiana y la española se encuentran muy cerca la una de la otra. Los jueces deciden bloquear la prioridad a Sarah. Aún así, la estrategia de Javi sale bien y la australiana no coge la ola. Últimos tres minutos de tensión. El mar vuelve a estar tranquilo, ni rastro de olas.
Suena el bocinazo. Sarah Almagro se convierte en campeona del Mundo de surf adaptado.
En el mes de noviembre la joven marbellí consiguió convertirse en campeona del Mundo de surf adaptado en California. Era la tercera vez que participaba en este campeonato. En su primer año se colgó la plata, en el segundo el bronce y este -por fin-ha alcanzado una de sus grandes metas, “era algo que llevaba buscando desde que empecé a hacer surf adaptado”.
En las anteriores ocasiones había competido en Pismo Beach, pero esta vez lo haría en Huntington Beach. Una playa con olas más verticales y rápidas, -en comparación con las del Mediterráneo-, y con puntos de mareas en los que no entran apenas olas, “si al final dentro de tu propia manga llevas 20 minutos y no llega ninguna ola, se complica y es algo complicado de gestionar”.
Además, Sarah tenía la idea de entrar al mar a probar sus nuevas tablas, algo que también acabó convirtiéndose en un hándicap para la campeona.
A la dificultad que presentaba el nuevo escenario de competición también se le sumó una de las mayores decisiones que tuvo que tomar la joven deportista. Durante sus entrenamientos, Sarah llegó a la conclusión de que este año sería el Banana Team quien entraría con ella al agua. “Decidí entrar con mi equipo, lo cual hizo que la presión fuera aún más”.
Esta opción hizo que la presión que sentía por llegar a su objetivo aumentará cada vez más, ya que “no solamente tenía que demostrar el buen surfing, sino que también tenía que dejar claro que mi equipo era lo suficientemente bueno como para conseguir con ellos ese título de campeona del Mundo”.
Emocionalmente “gestionar esa presión no fue nada fácil para mí”. Tal fue la situación que durante los primeros entrenamientos, la deportista no se sintió nada cómoda en el mar llegando a repercutir en el surfing. El sentirse arropada por su equipo fue lo que finalmente “me ayudó a coger de nuevo confianza y poder así sacar a relucir mi buen surfing”. Aún así, Sarah -a la que en exigente no le gana nadie- siente que “puedo hacerlo mucho mejor de lo que lo hice en Huntington Beach”.
La clave de este éxito no ha estado solamente en el trabajo y la lucha constante. La buena conexión entre el Banana Team ha sido el pilar fundamental para llegar al objetivo. “Tengo que decir que este oro ha llegado gracias al esfuerzo de mi equipo”.
Sarah, Javi y Alejandro. Un tándem perfecto que ha conseguido alcanzar aquella meta que se propusieron en su momento. Un Banana Team en el que el pilar principal ha sido la comunicación. “Hemos hecho una piña. Tenemos muchísima comunicación.
Hay mucha confianza entre los tres. Todo esto ha sido lo que nos ha permitido convertirnos en campeones del Mundo”. Durante todo el año, Javi y Alejandro han estado entrenando junto a Sarah. De ahí que la joven deportista tomara esa importante decisión antes del Campeonato del Mundo. Normalmente, en citas de este calibre, los surfistas entran al agua con entrenadores que pertenecen a la Selección a los que “conocemos de tres baños”.
En el caso de Sarah, este año pudo entrar con su equipo y eso -independientemente de la presión mencionada antes- le hizo sentir más confiada.
Tras esto, la campeona lanza un mensaje para futuros campeonatos -tanto Europeos como Mundiales-: “Espero que en un futuro, en las competiciones que vamos por equipos, nos permitan entrar con nuestros propios entrenadores. Al final son los que mejor nos conocen. Creo que hace muchísimo el conocer a la persona que entra contigo al agua en un momento de tanta tensión”.
¿Quién se lo diría a esta joven deportista cuando hace 5 años su vida cambiaba por completo?
Sarah sufrió una meningitis meningocócica que le llegó a provocar una septicemia. Ante esta infección, su cuerpo reaccionó violentamente ocasionándole un colapso multiorgánico. Estuvo diez días en coma. Fueron los antibióticos los que la salvaron, pero también le causaron daños irreversibles en su sistema vascular.
Todo esto derivó a: la amputación de sus pies y manos -de lo que tuvo que ser reamputada en dos ocasiones-; las continuas visitas al hospital; las infecciones; los injertos en la piel; las bacterias; la diabetes y el trasplante de riñón. Tres años de lucha donde su familia fue el pilar principal en el que apoyarse.
Tras ser amputada a Sarah le dijeron que no podría nadar más. Solo tuvo que pasar una semana para que lo consiguiera de nuevo. La marbellí tenía claro que quería volver a practicar surf. Su situación en ese momento era complicada ya que “estaba pendiente de una nueva operación” por lo que no quería arriesgarse a no poder volver a entrar al mar.
El paso del tiempo, y la paciencia, finalmente le permitieron volver a su zona de confort. La primera vez que volvió al agua fue un momento muy especial. La conexión entre Sarah y el mar es algo mágico, “me ha ayudado a saber disfrutar de cada momento”.
Un hobby convertido en estilo de vida
Lo que en un principio era un hobby -una forma entretenida de desconectar y pasar el tiempo- acabó “yéndosenos de las manos”.
Este sueño, en el que viaja Sarah, comenzó en Galicia. Llegaba su primera medalla de plata, después de quedar por encima del que -hasta ese momento- era el campeón Europeo.
La marbellí comenzó a sentir un gusanillo por las competiciones y no dudó en presentarse al Campeonato de España. De nuevo subía al podio pero esta vez como campeona de Prone-2 con la mejor ola de todo el campeonato.
Los éxitos conseguidos en tan poco tiempo hicieron que la Selección Española “comenzara a interesarse por mí”. Poco después, era convocada para competir en el Mundial, donde conseguía el título de subcampeona del Mundo en Prone-2.
Sarah siempre ha brillado dentro del mar. Esta temporada lo ha vuelto a demostrar. Por tercera vez consecutiva se ha colgado el oro en el Campeonato de España y se ha vuelto a proclamar campeona de Europa.
Además, se ha sacado una espinita clavada en California tras conseguir el título de campeona del Mundo de surf adaptado. “Este año yo me había fijado como meta un triplete y finalmente lo he conseguido”, confiesa.
La surfista está cumpliendo poco a poco sus metas. Ahora su principal objetivo -además de seguir con sus estudios de Derecho- es convertirse en deportista paralímpica. Será a finales del año 2023 cuando se conozca si el surf adaptado formará parte de los Juegos Paralímpicos.
A esto también se le suma la incógnita de qué categorías serán las seleccionadas y si la de Sarah estará entre ellas. Por ahora solo queda “mantener la esperanza”, aunque ella confía en que “de cara a 2028 el surf seguramente esté dentro de los Juegos Paralímpicos”.
Con tan solo 23 años Sarah ha conseguido -en tan solo un mismo año- convertirse en campeona del Mundo de surf adaptado, además de campeona de Europa y de España. La deportista marbellí es la viva imagen del esfuerzo y la constancia, pero sobre todo de las ganas de seguir luchando.
Tanto para la sociedad al completo, como para todas esas personas que se encuentran en una situación similar a la que le ha tocado vivir a ella, Sarah tiene un mensaje muy claro: “Todo se puede adaptar en esta vida y sobre todo tú, como persona, tienes que adaptarte a las nuevas situaciones. Al final yo creo que la clave está en aceptarse tal y como es cada uno”.