Un fondo de inversiones extranjero ha mostrado su interés por el parque de atracciones Tívoli World, en Arroyo de la Miel (Benalmádena). Así lo ha asegurado este jueves la teniente alcalde, Presi Aguilera, en el pleno ordinario tras la moción de censura presentada por el PSOE, donde reclamó al equipo de Gobierno continuar con las gestiones para la reapertura del parque.
Por ello, Aguilera ha comunicado que el Ayuntamiento está realizando una labor de mediación entre un fondo de inversión extranjero que se encuentra «interesado» y el Grupo Tremón, empresa propietaria actualmente del parque. Así, el equipo de Gobierno ha asegurado que luchará por cerrar este acuerdo para reabir el parque, un «símbolo de la Costa del Sol» que lleva tres años cerrados y donde los trabajadores se encuentran en un limbo judicial, con más de 700 días acumulados sin cobrar.
Del mismo modo, Aguilera ha dado a conocer que la Junta ha rechazado declarar el espacio de interés autonómico alegando que «al ser un espacio privado solo procede si esa inversión empresarial ha sido declarada primero de interés estratégico».
Por su parte, los trabajadores del Tívoli han recibido la noticia de forma «muy agradable», según ha asegurado Juan Carmona a AZ Costa del Sol. Así, ha indicado que el Ayuntamiento está siendo intermediario entre el grupo Tremón y el posible comprador y que los trabajadores «siempre han tenido la esperanza de que aparecería algún interesado».
Sobre esta nueva propuesta, Carmona ha indicado que «sabemos que se trata de un buen proyecto» y que «aunque desconocemos cuál es la idea, conocemos que es de gran envergadura, podría realzar el icono del parque». Por ello, los trabajadores se encuentran «ilusionados» y, pese a que se desconoce cuánto demorará la negociación, «sabemos que se está contactando con el propietario y que, antes o temprano, podremos tener una solución antes de que se resuelva nuestro caso judicialmente».
Por último, ha explicado que los trabajadores siempre han sospechado que Tívoli no volvería a abrir con Tremón, pero que sí lo haría con otros propietarios. No obstante, ha afirmado que «el tiempo juega en nuestra contra» y que «seguiremos luchando por la subrogación para no perder ni la antigüedad ni nuestros puestos de trabajo». Algo que preocupa muchos a los trabajadores, quienes temen que podrían verse obligados «a empezar a trabajar desde cero».