Noemí Zambrana lleva nueve años siendo profesora de secundaria de Desarrollo Educativo y Formación Profesional (FP). Es de Benalmádena y, actualmente, se encarga de la familia profesional de Hostelería y Turismo en el Instituto Arroyo de la Miel. También es profesora en el Máster de Profesorado de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA). Una descripción que, a simple vista, parece similar a la de resto de profesores pero que se diferencia al conocer que Noemí ha sido nominada como Mejor Docente de España en los Premios EDUCA ABANCA, considerado como los ‘Goya de la Educación’. A la espera de saber si será finalista, hablamos con ella para conocer en qué consiste su labor innovadora en las aulas.
Pregunta: ¿Qué supone estar nominada como Mejor Docente de todo el país?
Respuesta: Es un regalo que pone en valor todo mi trabajo y el esfuerzo que dedico durante todo el curso con el alumnado. En las FP hay muchas bajas y tasas de abandono, por lo que tienes que estar ingeniándotelas para crear enseñanzas llamativas y que ellos se sientan motivados y cómodos. Ellos están en edad de trabajar y que hayan renunciado por las aulas les tiene que compensar. Por ello, como profesora tengo que trabajar muchas horas en casa, utilizar todas las tecnologías y aprender a crear situaciones dinámicas. Tiene mucho trabajo fuera del horario de clase, pero merece la pena.
P: ¿Por qué crees que te han nominado?
R: Creo que se debe a que mis clases son distintas y los alumnos saben valorarlo. El hecho de trabajar metodologías activas con el alumnado e insistir con ellos para que no abandonen, algo que no es fácil. Ellos vienen de trabajar de otra forma y les cuesta cambiar el chip. Pero insisto mucho con ellos, les doy mucho coaching. Creo que mis alumnos valoran mucho mi implicación, mi insistencia y constancia para no tirar la toalla con ellos por mejorar el aprendizaje. También insisto mucho en mejorar a mis alumnos como personas. Toda mi metodología está impregnada por la transversalidad, los valores y las habilidades sociales y blandas. La intención es crear personas, como yo digo, 360. Personas completas, que luchen por una sociedad y un mundo mejores.
P: ¿Qué novedades incluyes en tu enseñanza?
R: No trabajo ni con apuntes ni fichas para exámenes. No creo en ellos. A mi parecer, y el de muchos autores con los que coincido, los exámenes clasifican al alumnado en buenos y malos y eso, no es la FP. Aquí todos son válidos, es cuestión de encontrar a veces el para qué. Con mi metodología, rara vez una alumna que asiste, trabaja, sigue las instrucciones y disfruta, suspende. No creo en los suspensos, creo en la formación. Además, está comprobado que a base de exámenes y clases expositivas, solo «aprenden» unos pocos, y yo trabajo para un grupo completo.
P: ¿Cómo es la dinámica del aula?
R: Apuesto por una metodología activa donde yo paso a un segundo plano de protagonismo y mis alumnos al plano frontal. Ellos y ellas son los protagonistas de su propio aprendizaje y mi papel es meramente de guía, facilitándoles las herramientas necesarias, escuchándolos y orientándolos. La evaluación, por el contrario, es diaria y debe ser formativa, más que calificativa. Debemos llevar un registro de lo que hacemos en clase y cómo se está desarrollando el proceso en el aula. Es decir, debemos evaluar diariamente y no al final.
P: ¿En qué situación se encuentra actualmente la Formación Profesional?
R: La FP está en auge. Ya no somos el «patito feo», aunque es cierto que aún existe el estigma de que se trata de un nivel educativo para la «gente que no sirve», siendo catalogado como el «cajón desastre». Algo que es totalmente incierto y cada vez se reconoce más. En estas aulas trabajamos mucho las habilidades, las skills, las empresas no buscan altas notas académicas sino personas cualificadas que sean competentes. Contratan a personas flexibles, que sepan trabajar en equipo y resolutivas. Por ello, las FP son una muy buena plataforma de cara al futuro laboral.
P: Además de ser profesora de FP, has desarrollado ‘DisfruCando’, ¿de qué se trata?
R: DisfruCando es el nombre de mi página web, ‘Disfrutar Educando’, donde comparto virtualmente todo los proyectos que imparto en las aulas, las metodologías de mi enseñanza y casos prácticos. Además, ofrezco un servicio para los profesores para que
P: ¿En qué otros proyectos estás inmersa?
R: Imparto talleres como ‘Caixabank Dualiza’, un proyecto de La Caixa que abarca las FP. Para mí, es un orgullo poder transmitir mi visión al resto de profesorado porque muchas veces te ves sola. Cuando usas una metodología diferente, impartiendo clase y conocimientos de manera no convencional te sientes un bicho raro. Muchas veces me he planteado si lo estaba haciendo bien y, ahora que ya tengo la seguridad, estoy encantada de poder transmitirle esta garantía a otros docentes.
P: ¿Está preparado el sistema de educación en España para enseñanzas innovadoras?
R: Estamos en ello. Yo creo que sí. Muchas veces me preguntan si tengo un aula del futuro, pero no tengo nada especial; muchas veces trabajamos solo con un simple móvil. Creo que no debemos esperar a que otros hagan el cambio, sino que debe empezar en el aula y que poco a poco se vaya introduciendo en los sistemas educativos. Por ahora, me conformo con los cambios que se han producido con el nombramiento de la palabra Formación Profesional. Algo que antes no sucedía. Esto tiene que ser un impulso, porque las FP comienzan a tener nombre propio.
P: ¿Qué papel juega la vocación para un docente?
R: Diría que es la parte más importante. Es algo que les transmito a mis alumnos en el Máster de Profesorado, meterse en el sistema por mejorar la calidad de vida o tener mejor sueldo es un gran error. Son muchos los que lo hacen, gente que viene de la industria porque es un sector muy duro y quiere mejorar su calidad de vida. Pero ser profesora es mucho más. Es dedicarle todo tu tiempo en ello, también el tiempo libre, estar continuamente formándote y no tirar la toalla. Tenemos una red de formación abierta para el profesorado enorme. Por cada trimestre, yo voy a dos o tres curso. No paro de formarme y hay instrumentos para ello. Tienes que tener un compromiso de aprendizaje con tus alumnos y, para ello, te tiene que apasionar ser docente. Para mí, esta siendo la etapa más bonita de mi vida.