Las primeras lluvias de otoño han dejado en la provincia unos 31 litros de agua por metro cuadrado, una cantidad necesaria pero claramente insuficiente para aliviar a una Costa del Sol asediada por la sequía. ¿Cómo de preocupante es la situación de nuestras reservas?, ¿qué medidas se están llevando a cabo para hacer frente a este reto urgente? Desde AZ Costa del Sol lo analizamos junto al presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol, Manuel Cardeña, quien nos recibe en su despacho.
Las últimas lluvias nos traen un respiro, presidente, pero imaginamos que todavía tiene que llover mucho más para poder quedarnos tranquilos.
Desde luego, esperemos que llueva y que las reservas se vuelvan a llenar. De todos modos, el panorama de los próximos años, con periodos de sequía cada vez más largos -el cambio climático que está aquí ya-, nos obliga a poner en marcha diferentes infraestructuras que garanticen el abastecimiento de la Costa del Sol y su crecimiento. Todos los promotores de la costa deben saber que no puede haber crecimiento sin agua.
Somos una zona que después del Covid ha crecido muchísimo, toda Europa se quiere venir a vivir a la Costa del Sol. Por eso el consumo de agua mensual ya no refleja esa temporada alta ni baja, cada vez es más lineal por la cantidad de personas que viven aquí, igual que la producción de basuras.
Por todo eso hacen falta nuevas infraestructuras. La Junta de Andalucía ya está en ello con esa ampliación de la desaladora de Marbella, que va a pasar de producir ocho hectómetros cúbicos a doce en una primera fase. Ahora estamos en la segunda fase que sería llegar hasta veinte. También están esos 35 millones de mejora de la ETAP (Estación de Tratamiento de Agua Potable), que va a hacer que se produzca agua de mayor calidad y la llegada de agua del Campo de Gibraltar. Aunque los compañeros de allí también lo están pasando mal, agradecemos la solidaridad de enviarnos esos dos hectómetros de agua.
Por otro lado, hay que plantear la reflexión de crear nuevas instalaciones como una segunda desaladora de la Costa del Sol. Había un proyecto planteado en Mijas y ahora el alcalde de Estepona también ha planteado poner una desaladora allí para uso local. En general hay que pensar en ese tipo de infraestructuras para garantizar el abastecimiento y el crecimiento. Otras zonas en España las tienen en marcha como Alicante. Las desaladoras son sostenibles, no contaminan, lo que hacen es que podamos abastecernos de una fuente infinita que es el mar. Solo hay que tratar ese agua y hay tecnología para eso.
¿Respecto al proyecto de esa segunda desaladora por qué no se llevado a cabo hasta ahora?, ¿hay previsiones de que pueda ser pronto una realidad?
Existe un proyecto que está todavía por cerrar en Mijas con la aportación de la Junta de Andalucía y el Gobierno Central. Lo que se está planteando ahora es ver si es mejor construir una nueva o trasladar esos fondos para la ampliación y mejora de la de Marbella, que tiene una edad importante y con una tecnología antigua. Estamos en ese debate técnico.
También por parte de la Junta se está llevando a cabo el proyecto de otro embalse en el Campo de Gibraltar que limita con la Costa del Sol -junto al río Guadiaro- para poder abastecernos, la presa de Gibralmedina. Evidentemente todo esto va a tardar unos años y eso va a producir que tengamos a lo mejor ciertas necesidades a corto plazo. Una desaladora puede estar en cuatro o cinco años funcionando de forma automática hasta darnos la posibilidad de tener esos cuarenta o cincuenta hectómetros que nos garantizarían el abastecimiento. Se está viendo la mejor solución.
Si con estos proyectos, que durante mucho tiempo no se han puesto en marcha y ahora sí, no llegamos a una situación de garantizar el abastecimiento habrá que acometer otras infraestructuras que tarden menos. La verdad es que por primera vez hay una coordinación muy importante entre los municipios para afrontar esta situación y con toda seguridad vamos a ir a buen puerto.
Según los últimos datos del Pantano de la Concepción, en Istán, que abastece a esta comarca, éste se encuentra a un 29% de su capacidad cuando en el mismo periodo de 2022 estaba a un 51%. ¿Cómo de preocupante es la situación?, ¿hasta cuándo tenemos garantizadas las reservas?
En los próximos días seguramente baje la toma del pantano, cogerá agua de mas profundidad. Eso hace que el agua tenga más sedimentos, que necesite más tratamiento, un trabajo más fuerte de la potabilizadora y eso va a hacer que produzcamos menos agua.
La demanda ahora ha bajado un poquito, no mucho, y eso es lo que nos preocupa. Si somos capaces de abastecer con la desaladora y lo que queda del pantano a la Costa del Sol. Vamos a tener que trabajar mucho en la concienciación de los vecinos, que es lo mas eficiente.
Esperamos que hasta marzo del año que viene no tengamos ningún tipo de problema pero, si no llueve, en marzo o febrero podríamos empezar a tener algún tipo de corte o dificultad para abastecer a la Costa del Sol.
Recientemente se ha aprobado un acuerdo de los once ayuntamientos que componen la Mancomunidad para adoptar un bando común con medidas para ahorrar el 20% de agua que nos pide la Junta de Andalucía por estar en situación excepcional de sequía. ¿Cómo y cuándo se van a empezar a aplicar esas medidas?
La declaración excepcional de sequía aun no ha sido publicada en el BOJA, cuando eso ocurra el consejo de alcaldes deberá acordar la toma de bando único. Aparte de trabajar el tema de las fugas, que en la Costa del Sol estamos en un porcentaje bajo entre el 15 y 20%, lo que tenemos que intentar conseguir es el uso de agua regenerada para baldeo de calles y riego de zonas verdes publicas. Tenemos capacidad para producir cuarenta hectómetros de agua regenerada y solo utilizamos siete en campos de golf, todos los ayuntamientos tienen que apostar por la inclusión de la red separativa de agua regenerada para riego y baldeo de calles.
También está por otro lado la labor de concienciación en los colegios o apretar a los grandes consumidores como hoteles o lugares de ocio para que tomen medidas de ahorro. Yo creo que así podemos llegar al 20%, ya cumplimos el anterior objetivo del 10%.
Teniendo en cuenta que la población residente en la Costa del Sol cada vez crece más y que los problemas de sequía empiezan a ser estructurales. ¿Cree que algunas de estas medidas llegarán para quedarse a largo plazo, que tendremos que cambiar algunos hábitos?
Yo creo que hábitos no vamos a cambiar. Lo que sí vamos a tener es mas conciencia de la utilización del agua y vamos a hacer uso mas responsable. Los ciudadanos son conscientes de que el agua es un bien finito. Igual que somos la zona de España que mas recicla vidrio o cartón porque tanto el sector empresarial como los vecinos están concienciados, vamos a ser una de las zonas con más conciencia del agua, precisamente por la necesidad de mantener toda nuestra industria turística. No obstante, si no se acometen las obras que ya están en marcha y que deben cubrir esos cuarenta hectómetros que nos faltan, ahí sí vamos a tener problemas.