El tiempo enmarca los sueños que desde pequeños deseamos. Algunos de ellos, se quedan guardados en lo más oculto de nosotros, sin conocer nunca el exterior. Otros, por suerte, consiguen salir y conocer mundo. No importa cuándo sea. Así fue cómo la protagonista de esta historia descubrió que podía ser aquello que tanto soñaba desde niña: Actriz de cine.
Su nombre es María Rojas, tiene 62 años y es natural de Casares. A sus 49 años sacó al exterior su sueño de la infancia. Aunque muchos la conocerán por su famosa tienda de gominolas y por su madre, Ana, -de ahí, su nombre popular ‘Mari la Gaucina’-, desde hace varios años los vecinos se han acostumbrado a verla encima de los escenarios, o detrás de las cámaras.
El Festival Nuevo Cine Andaluz de Casares, que este año celebra su IX edición, ha querido rendirle un homenaje especial con la realización de un spot centrado en su participación en los Cortos Exprés año tras año desde su primera edición. Pero, como toda historia, no puede comenzarse por la última hoja, sino que debe conocerse desde el principio.
Fue a los 10 años cuando María consiguió hacer algo con lo que, pese a su temprana edad, llevaba soñando mucho tiempo. El primer ‘trabajo’ que hizo fue ser presentadora de los circos que venían al pueblo. «No tenía un perfil para hacer otros papeles, pero a mi no me importaba, ser presentadora me permitía hablar frente al público, que era lo que más me gustaba», explica en una entrevista a AZ Costa del Sol. Cuenta, además, que desde casa esperaba con ansia que llegara el día de cada presentación. No fue hasta los 18 cuando hizo su segundo «trabajo», representar a un mimo para unos misionarios que venían a la Iglesia: «A la gente le gusto muchísimo y a mí, aún más», explica entre risas.
No obstante, tuvo que esperar muchos años para que su carrera de actriz aficionada comenzase. Fue gracias a la aparición en su vida de Santiago Ruiz, quién por aquel entonces era el director del Grupo Municipal de Teatro de Casares. Así, junto a otro grupo de mujeres y tras la propuesta del director, se unieron al grupo de adolescentes que ya formaban el taller municipal: «Al principio los más jóvenes no nos querían, nosotros éramos ‘las viejas'». Sin embargo, según cuenta María, «al poco tiempo ya éramos un equipo que fue transformándose hasta formar una bonita familia de teatro». Así, agradece «enormemente todo lo aprendido a Santi y a todos los compañeros».
Durante esta etapa de teatro, destaca su papel en ‘Bodas de sangre’ donde gracias a su interpretación como la madre del novio, consiguió realizar «su mejor trabajo» y, fue entonces, cuando todos -incluida ella misma- descubrieron que María podía ser mucho más que una actriz aficionada y que presentaba grandes dotes y habilidades. Subirse a las tablas de un escenario para hacer teatro fue «la etapa más bonita de su vida».
Tras este descubrimiento, María pasó de los escenarios y el telón a las cámaras y el cine. Así, en el año 2015 participó en la I Edición del Festival Nuevo Cine Andaluz. Fue en el concurso de los Cortos Exprés, donde los participantes deben rodar un cortometraje en Casares en menos de 48 horas. Junto al equipo de David García Ahumada, Zangano Films, participó en el corto ‘Coma’, donde participaban también casareños.
Junto a este equipo, Mari fue creciendo año tras año y cada edición del Festival disfrutaba y aprendía más: «Tengo que agradecerle todo su esfuerzo y cariño a David, sin él, yo no habría llegado a aprender tanto y a participar en tantos cortos». Entre risas y emoción, expresa, «él me dice que yo soy su musa».
Son numerosos los cortos en los que ha participado, ‘El Becario’, ‘El Mesías’ o ‘Algarroba’, entre muchos otros. Este último, sin duda, María confiesa que ha sido «con el que más me he reído».
Así, María fue cumpliendo aquel sueño que de pequeña parecía tan difícil, interpretando ante todo un equipo de cine, papeles de madre, vecina o amiga. Pero no crean que nunca ha salido de su zona de cónfort. Su papel, «más descocado» fue para el ‘Mejor Corto Exprés’ que obtuvo el Premio del Público, ‘Otro cuento de Navidad’, donde María interpretó a una prostituta.
Muchos han sido los profesionales del cine que han pasado por el Festival Nuevo Cine Andaluz de Casares, como el reconocido director Raúl Mancilla, y han descubierto la gran actriz que María esconde. Todos ellos, aseguran que, si hubiese vivido en la ciudad, podría haberse dedicado toda su vida al mundo de la actuación.
María Rojas, que ha pasado toda su vida ocultando su gran sueño, reconoce ahora, entre lágrimas y emoción que, si volviese a ser aquella niña tendría muy claro lo que querría decirle: «Déjate de miedos, de vergüenza, arriésgate, sal fuera del pueblo y fórmate en ser actriz». Confiesa que estos miedos han sido los que, en muchas ocasiones, le han impedido ser lo que quería ser. Sin embargo, «gracias a la suerte de encontrar a personas como Santiago o David», María ha podido hacer que su sueño viajase hasta el mundo exterior. Enhorabuena María.