Bioparc Fuengirola da la bienvenida a Mekong, un nuevo macho de tapir malayo que llegó al parque de animales hace unas semanas y tras un proceso de introducción, adaptación a las nuevas instalaciones y acercamiento a la hembra, ya comparten instalación en el exterior y en el interior.
A pesar de lo desconocido que son los tapires malayos, esta especie existe desde hace millones de años. Y ello no le ha eximido de enfrentarse a la gran amenaza universal para muchas especies del mundo animal: su extinción. Actualmente, la acción humana ha provocado la destrucción de su entorno natural y es la responsable de la caza furtiva de ejemplares; sobre todo, de crías de tapir, las cuales tienen un alto valor en el mercado de contrabando.
Por este motivo, «es esencial» la labor en conservación que asumen centros como Bioparc Fuengirola, el cual alberga a esta especie de mamífero originario de Asia, desde 2003.
En concreto, hasta el año pasado, el parque contaba con Rawa y Pi, una pareja de tapires malayos. Tras varios intentos fallidos de emparejamiento y dificultad en las cópulas, el coordinador del Programa Europeo Exsitu (EEP) de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios, EAZA, asignó un nuevo macho, llamado Mekong, procedente del zoo de Usti, para conformar pareja con la hembra, Rawa, que a su vez procede de un zoológico en Francia.
«El proceso de adaptación ha sido sencillo. Aunque en la naturaleza son animales solitarios, en zoos disfrutan mucho de la compañía de una pareja. Desde que llegó Mekong, la hembra Rawa ha estado muy pendiente de la presencia del nuevo macho, y las interacciones a través de las puertas de salida de los boxes interiores han sido más que positivas. Rawa estaba esperando ansiosa a conocer a su nuevo compañero», ha explicado Rosa Martinez, veterinaria en Bioparc Fuengirola.
Mekong es un animal de carácter muy afable, que también ha demostrado las ganas de poder estar con su nueva compañera. La adaptación a su nueva instalación en Bioparc Fuengirola ha sido muy satisfactoria.
«Rápidamente lo hemos visto muy contento de poder disfrutar de la amplia zona de agua que tiene la instalación, se ha adaptado muy bien a la dieta y a los cuidados que le ofrece el equipo de Zoología. Parece estar encantado con la alta humedad y las temperaturas tan parecidas a su selva originaria que disfrutamos aquí, en Fuengirola», ha explicado.
De igual modo, ha añadido que «esta es una especie con un índice de reproducción muy bajo, y todos deseamos que esta nueva pareja nos depare muchas alegrías en forma de nacimientos de nuevos tapires malayos, que ayuden a la perpetuación y eviten la desaparición de esta singular especie».
El tapir vive principalmente en bosques tropicales y campos abiertos. Actualmente existen cinco especies, cuatro de ellas originales de América y una, el tapir malayo, de Asia. Este último es una réplica de sus congéneres americanos, pero con la piel de color blanco y negro.
BIOPARC FUENGIROLA, CONSERVACIÓN DEL TAPIR MALAYO DENTRO DE LA EAZA
El centro de conservación malagueño alberga desde 2003 a la especie de tapir malayo. Se podría decir que es un fósil viviente, un extraño mamífero de unos trescientos kilos que prácticamente se mantiene igual que sus ancestros de hace más de 55 millones de años y cuyos parientes más cercanos son el caballo y el rinoceronte.
Se trata de una especie en peligro de extinción. Su población en la naturaleza se ha reducido a la mitad en los últimos treinta años. Hoy apenas quedan poco más de dos mil ejemplares, 44 de ellos en zoológicos que trabajan en el programa de conservación de su especie de la EAZA. En este programa de conservación participan un total de 20 centros europeos, entre los que se encuentra Bioparc Fuengirola; único en España dentro del programa de esta especie.
Las previsiones sobre el tapir malayo no son buenas. Si la tendencia sigue siendo decreciente, esta especie podría desaparecer en los próximos veinte años.
En su misión por conservar y preservar especies amenazadas y coordinados con la EAZA, Bioparc Fuengirola ha logrado cumplir con su misión de reproducir especies prácticamente en todos los programas en los que ha participado. Con ello se consigue el objetivo de mantener, entre todos los parques de animales participantes a nivel europeo y mundial, un grupo de cada especie lo suficientemente grande y diversificado genéticamente como para garantizar su futuro.
Bioparc Fuengirola continúa trabajando en la reproducción de esta escasa especie, con la ilusión de poder contribuir a aumentar sus números efectivos en un futuro próximo. Las crías muestran un precioso pelaje moteado que les ayuda a pasar desapercibidos entre la vegetación de su hábitat original en Indonesia, Malasia, Myanmar y Thailandia, hasta cumplir un año de edad. Si finalmente logra que esta nueva pareja se reproduzca, se convertirá en la primera vez que ocurra en España.