Google rinde este lunes homenaje al espeto, emblema de la cocina malagueña, a través de su ‘doodle’ en el que puede verse una imagen de un espetero junto a una barca donde se elaboran las sardinas. Un guiño al que consideran «el sabor del verano».
Esta estampa, que llena las playas de Málaga con sus características barcas con arena y leña sobre las que se asan los espetos, es ya un símbolo y referente más que carácterístico de la provincia. Malagueños y turistas, no hay quien se resista a su aroma salado y ahumado que acompaña a este rico manjar.
Tal día como hoy en 2006, la ciudad de Málaga inauguraba una estatua del Espetero –que se ubica en el paseo marítimo– en honor a este tradicional oficio, de ahí que Google haya elegido este lunes, 12 de junio, para su particular homenaje.
La imagen del ‘doodle’, elaborada de manera artesanal con arcilla, muestra a un hombre, con sombrero y bastón, elaborando un espeto de sardinas. Junto a él, una barca llena de espetos lleva escrita las letras de Google y una gaviota lo observa con una sardina en su pico.
Este gesto no ha pasado desapercibido para los malagueños y uno de ellos, Bernardo Quintero, fundador de la empresa VirusTotal, ha compartido en sus redes sociales cómo se ha elaborado esta imagen, con la que Google «celebra el sabor del verano, un popular plato español de sardinas ensartadas que tradicionalmente se asan sobre leña en la playa», explica.
El espeto recibe su nombre de la palabra española espetar, que significa «ensartar». Los orígenes de este refrigerio se remontan a fines del siglo XIX en Málaga. Con el tiempo, la gente experimentó haciendo espetos con dorada, lubina o incluso calamares, pero las sardinas se convirtieron en la opción más común.
Pero para poder disfrutar de su mejor sabor hay que tener en cuenta que, como marca la tradición y los tiempos, los espetos solo se comen en meses sin una «R» en su nombre y nunca en un lunes ya que es día de descanso en las pescaderías.
Y ya que sabemos cuándo comprarlas, Google también ha explicado cómo hacerlas. Tal y como lo cuentan, se colocan seis sardinas en una brocheta, se sazonan con sal y se asan sobre un fuego de leña abierto. Una vez completamente cocidas, las sardinas doradas se rocían con jugo de limón.
EN BUSCA DE SER PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
El espeto, lejos de quedarse en el plato, busca ser Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, o así lo quieren un grupo de ciudadanos –entre los que se encuentran colectivos gastronómicos como instituciones y otros profesionales de la cocina– iniciaron hace años un movimiento llamado ‘Espeto es Málaga’ para hacer realidad este nombramiento.
Desde entonces han ido recogiendo firmas y llevando a cabo iniciativas para impulsar y apoyar este deseo, con el que se reconocería una técnica culinaria que tiene su origen en el año 1850 y que ha llegado hasta nuestros días convirtiéndose en elemento singular de la cultura gastronómica de Málaga.