El área de Oftalmología del Hospital Costa del Sol y, en concreto, su unidad de Glaucoma, se ha sumado hoy a la celebración del Día Mundial de esta patología que tuvo lugar el pasado domingo, 12 de marzo, a través de una mesa informativa en el hall principal. A través de esta iniciativa, que ha tenido lugar de 10 a 13 horas, profesionales de esta área –oftalmólogos, enfermeras y auxiliares- pretenden concienciar a la población de la importancia de esta patología y, sobre todo, de su diagnóstico precoz. Para ello, han ofrecido información a través de la entrega de dípticos, folletos informativos y, además, han tomado la tensión ocular a todos aquellos usuarios que lo han solicitado. Todo ello forma parte de una campaña divulgativa a través de distintos medios externos (medios de comunicación, redes sociales, etc) e internos (revista interna digital, intranet, etc).
Desde esta unidad, se pretende ofrecer la mayor información posible con el objetivo de subrayar la importancia del diagnóstico precoz de esta patología, que posibilita su ralentización y progresión y así retrasar el daño que, una vez se produce, es irreversible. La prevención del glaucoma está orientada, por tanto, a estas campañas de detección, divulgación y concienciación de la población, a la que ahora se suma este hospital, por noveno año consecutivo.
El glaucoma es una enfermedad del nervio óptico crónica y progresiva que produce alteraciones del campo visual. Aunque no tiene tratamiento curativo, sí se puede controlar. Esto significa que, si no se trata, su evolución puede alterar gravemente la función visual y llevar a la ceguera de forma irreversible. De hecho, es la segunda causa de ceguera en los países desarrollados.
El glaucoma supone la segunda causa de ceguera en países desarrollados y afecta entre el 2 y el 3 por ciento de la población, una prevalencia que aumenta en personas con edades más avanzadas. No obstante, puede afectar a gente más joven, de hecho, existen glaucomas congénitos y juveniles que son más infrecuentes y de peor pronóstico. El principal factor de riesgo para desarrollar glaucoma es la presión intraocular elevada, aunque también puede darse, con mucha menor frecuencia, en personas con presión normal en el ojo.
El principal problema de esta patología es el elevado porcentaje de personas que la padecen y que están sin diagnosticar, ya que la enfermedad no da síntomas hasta que está muy avanzado el daño del campo visual. Se ha comprobado que incluso los pacientes con daño glaucomatoso leve o moderado pueden tener limitadas algunas actividades, como la búsqueda de objetos, la lectura o la conducción.
Se recomienda una revisión oftalmológica en torno a los 40 años, sobre todo, si se tienen factores de riesgo, como son los antecedentes familiares y la miopía media y alta.
Existen varios tipos de glaucomas. El más frecuente es el llamado glaucoma primario de ángulo abierto (el ángulo es el lugar anatómico del ojo por donde sale el humor acuoso que circula por su interior). Son también glaucomas de ángulo abierto el glaucoma pigmentario y el pseudoexfoliativo, este último es muy prevalente en países nórdicos, por lo que se diagnostica frecuentemente en la población nórdica radicada en la Costa del Sol. El otro gran grupo son los clásicamente llamados de ángulo estrecho o glaucomas por cierre angular. La particularidad de éstos es que puede subir la presión de forma brusca hasta cifras muy altas, originando dolor intenso, incluso náuseas y vómitos, lo que se conoce popularmente como el “dolor de clavo”. Este tipo de glaucoma agudo debe ser tratado de forma urgente porque puede llevar a la ceguera en pocos días.
Esta patología se trata mediante técnicas médicas y quirúrgicas. El objetivo de ambas es preservar la función visual y la calidad de vida del paciente. Como el principal factor es la presión intraocular elevada, se utilizan fármacos hipotensores en colirio para disminuirla, tanto en pacientes con hipertensión ocular con riesgo de desarrollarlo, como en aquéllos con glaucoma diagnosticado. Al ser una enfermedad crónica que no se cura el tratamiento es “de por vida” habitualmente. En este sentido, es muy importante que se cumpla estrictamente con la medicación y no olvidar las gotas.
Cuando el tratamiento médico (gotas) no es suficiente para controlarlo, se recurre al quirúrgico, cuyo objetivo no es otro que disminuir la presión intraocular por diferentes técnicas. La cirugía –que es imprescindible en un glaucoma no controlado- debe ser bien explicada por el oftalmólogo y consensuada, ya que no está exenta de riesgos. Para disminuir estos riesgos, el área de Oftalmología del Hospital Costa del Sol incorpora continuamente nuevas técnicas quirúrgicas, como la esclerectomía profunda no perforante, implantada desde hace años y con buenos resultados; y novedosos dispositivos de drenaje.
Unidad de Glaucoma del Hospital Costa del Sol
El Hospital Costa del Sol dispone de una Unidad de Glaucoma dentro del Área de Oftalmología en la que trabajan cuatro facultativos y dos enfermeros (especializados en técnicas de campimetría y tomográficas para la valoración del nervio óptico).
Atiende anualmente a más de 6.000 pacientes con esta patología, cifra que supone un 15% de la actividad total de esta área.
La unidad trata de mantenerse al día en los últimos adelantos en esta subespecialidad y colabora en estudios multicéntricos relacionados con esta patología. Se atienden seis consultas específicas de glaucoma semanalmente, además de la actividad quirúrgica y de láser que genera.