Cada 15 de noviembre se celebra el Día Mundial Sin Alcohol, una fecha establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para concienciar e informar sobre los daños físicos y psicológicos que produce el consumo de alcohol a nivel individual.
Una efeméride que, desde 1988, las asociaciones de la Federación Andaluza de Alcohólicos Rehabilitados (FAAR) celebran como una jornada de reflexión sobre el consumo del alcohol y que en Málaga se centra en la Asociación Malagueña de Alcoholicos Rehabilitados (AMAR) que se unen al lema de este año: ‘Hoy no bebo. Pruebo mi Libertad’.
Este mensaje busca mover conciencias ya que, según los responsables de estas asociaciones, teniendo en cuenta que las campañas que recurren al miedo a las consecuencias de beber alcohol o la denuncia continuada hacia el mal uso del alcohol no calan en la mayoría de la población, FAAR y AMAR han diseñado una campaña cuyo argumento esencial es proponer esta prueba.
Así, se fundamentan en que las personas dejen de beber un solo día y que ellas mismas evalúen las consecuencias que tienen para cada uno de ellas. Se pretende introducir en la población una reflexión sobre las diferentes consecuencias que el uso indiscriminado del alcohol puede provocar.
Para ello, en Málaga, AMAR, según su presidente, Enrique Ruiz, saldrá a la calle con tres mesas informativas que instalarán en los mercados de Atarazanas, Huelin y Salamanca. En ellos ofrecerán folletos, información y responderán a las preguntas de todas aquellas personas que quieran conocer su labor y la ayuda que prestan.
Además, Ruiz ha adelantado que el 18 de noviembre AMAR realizará una marcha infantil con premios en cheques que podrán cangear por material deportivo de entre 90 y 30 euros; y el 10 de diciembre un encuentro de ajedrez. La idea es «concienciar para que los más jóvenes se replanteen el consumo del alcohol» porque en este país «el raro es el que no bebe alcohol y es una idea que debemos replantearnos, que si alguien te dice que no se bebe una copa automáticamente no pesemos en que se encuentra mal».
Porque como reza una de las consignas de estas asociaciones, la abstinencia es un ejercicio de libertad ante la carencia que de ella produce la dependencia.
El consumo de alcohol se puede convertir en un problema que, según estudios de Seguridad Vial, hace que tres de cada diez jóvenes conductores admita haber conducido bajo los efectos del alcohol, y ese número se refleja en las estadísticas viales que dan cuenta que la mayor cantidad de víctimas fatales en siniestros de tránsito evitables son jóvenes de entre 15 y 34 años de edad.