Las obras para la recuperación del yacimiento arqueológico del entorno del Castillo de la Duquesa en Manilva, una actuación que promueve el Ayuntamiento manilveño y que financia la Diputación de Málaga, ya se han puesto en marcha. El proyecto se ha adjudicado por 367.187,69 euros, de los que la institución provincial aportará unos 327.000 euros y el resto lo sufragará el consistorio.
El proyecto, redactado por el servicio de Arquitectura y Urbanismo de la Diputación, contempla la mejora de los restos arqueológicos de una parte de una villa romana y del área industrial de una factoría de salazón, declarados Bien de Interés Cultural en 2005.
La actuación, como han detallado en un comunicado, se centrará en los restos del entorno del Castillo de la Duquesa de Manilva, en concreto los correspondientes a la parcela de propiedad municipal situada frente al propio castillo, siguiendo las determinaciones del Plan Especial del BIC Zona Arqueológica ‘Entorno Castillo de la Duquesa’.
Así, los primeros trabajos que se realizan consisten en la limpieza y consolidación de las estructuras arqueológicas, así como en la eliminación de vegetación nociva en toda la parcela. Asimismo, se procederá a la cimentación de la propia pasarela. En esta fase es importante el trabajo arqueológico de vigilancia y de consolidación previo a la implantación de la estructura de la pasarela.
Igualmente, se rematarán algunas partes reaprovechando las estructuras tras las labores de saneamiento y se adherirán aquellas piedras de muros que, aun estando en su posición original, no se encuentren bien sujetas.
Además, se prestará especial atención a zonas con inestabilidad de muros o casos graves de falta de cohesión. Entre las partes recrecidas y la estructura original se pondrá una línea de lajas de piedra de pizarra para diferenciarlas.
En último lugar, se colocará un lecho de grava en las zonas entre muros donde no quede pavimento alguno. Estos lechos de grava serán de distintos colores para, de manera gráfica, orientar la lectura correcta de los mismos por los visitantes. En este sentido, se prevé utilizar grava gris, blanca y ocre, que diferenciarán la zona residencial de las zonas fabriles y los elementos posteriores del siglo XIX.
Tras estos primeros trabajos de consolidación, se diseñará un recorrido elevado, para proteger los restos, a través de una pasarela de acero con pavimento de madera, contando con un pequeño control de acceso, que tendrá paneles explicativos generales del conjunto.
El recorrido permitirá la contemplación y explicación ordenada de todo el conjunto arqueológico, circulando por el espacio a través de cada una de sus partes: la villa, los almacenes de la fábrica, la zona de piletas, así como los importantes restos de conducciones de aguas y pequeños pozos que se sitúan por toda la parcela. De esta forma, además, se limita al máximo el paso de las personas libremente a cota de excavación para de este modo proteger los restos arqueológicos.