El PSOE de Estepona exige al alcalde y a la empresa de limpieza CESPA que cumplan los términos del contrato ante los bajos niveles de limpieza e higiene que se registran en el municipio y al equipo de gobierno que gestione y vigile que las concesionarias realizan sus funciones.
La secretaria del PSOE de Estepona, Emma Molina, ha lamentado el estado de abandono que presenta la ciudad “con calles sucias, manchas en las aceras, contenedores que no se limpian desde hace meses, con acumulación de enseres y muebles que no son recogidos”.
Molina recuerda que CESPA presta el servicio de recogida y transporte de residuos urbanos; suministro, colocación, mantenimiento y lavado de los contenedores de residuos urbanos; recogida de muebles y voluminosos; y limpieza viaria desde 2008.
Desde el PSOE denuncian que el equipo de gobierno de José María García Urbano lleva 14 años con la misma empresa y el mismo presupuesto de limpieza, unos 6,8 millones de euros, pese a que la ciudad ha crecido en población y extensión.
A lo largo de los años el Ayuntamiento ha ido renovando el contrato “pero no se ha traducido en una mejora del servicio”, puntualiza la secretaria, que revela que en la modificación del contrato de 2019 se incluía una ampliación del servicio que no se ha efectuado.
Por ejemplo, la incorporación de una máquina decapadora, para desincrustrar la suciedad de las aceras, que nunca se ha utilizado; o el barrido mecánico de las calzadas.
El PSOE propone medidas concretas para mejorar la limpieza del municipio. Entre ellas: aumento del personal de la empresa concesionaria, adquisición de maquinaria específica, renovación y soterramiento de los contenedores en el casco de la ciudad y, sobre todo, una renovación en el extrarradio; campañas de divulgación y concienciación sobre horarios de depósito de residuos, puntos limpios, separación y reciclaje.
Por último, los socialistas reclaman la incorporación de inspectores de limpieza que vigilen los puntos conflictivos, que las zonas de depósito de residuos estén en condiciones óptimas y que hagan cumplir la ordenanza municipal.
Molina reprocha al alcalde que “trate de vender una ciudad de postal, manteniendo limpios sólo algunos puntos icónicos, mientras abandona las barriadas y el extrarradio. García Urbano está deteriorando los servicios públicos a costa de una imagen de ciudad superficial para el turismo, que no se mantiene. Basta alejarse unas pocas calles del centro para descubrir la realidad de una Estepona sucia y deteriorada. Hay que mantener un equilibrio entre la calidad de vida de los vecinos y la de los turistas”.