Ocurrió entre las 12 y la una de la madugada del pasado jueves 21 de abril. Tres individuos consiguieron forzar la puerta de emergencia del Centro de Día Nieves Barranco, en Marbella, un centro dedicado a la atención de personas con Alzheimer. Su objetivo, robar todo el dinero en metálico que encontraran a su paso.
«Cómo ibamos a pensar que iban a robar aquí. Llevamos 15 años y nunca hemos tenido un incidente, estamos en shock», cuenta a AZ Costa del Sol Ana Moreno, directora de este centro ubicado en la calle José Manuel Valles. Cuando ella y su personal entraron a la mañana siguiente a las instalaciones encontraron un escenario difícil de olvidar.
«Estaba todo revuelto, los armarios abiertos, todo tirado, las cerraduras reventadas, el armario donde tenemos el archivo con los expedientes de nuestros usuarios y la documentacion que debemos tener por la política de proteccion de datos estaba todo en el suelo. Su intención era encontrar dinero, por eso han sacado todo donde ellos pensaban que podría haber algo guardado«, explica Moreno
De hecho, ha sido dinero lo único que los ladrones se llevaron. Ni medicamentos, ni ordenadores, solo dinero en efectivo y la caja fuerte que arrancaron de cuajo. «Básicamente es el dinero de los gastos de mantenimiento del centro, un dinero que nos cuesta mucho conseguir y que sabemos que no vamos a poder recuperar».
La Policía Nacional busca ahora a los responsables, tres individuos según las grabaciones de la cámara de seguridad, que iban cubiertos y bien organizados, lo cual hace sospechar a los investigadores que no se trata de su primera tentativa.
Un robo similar se produjo el pasado noviembre en Fundatul, un centro para personas con discapacidad en San Pedro Alcántara, donde unos individuos se colaron y robaron mil euros en billetes de Lotería de Navidad después de destrozarlo todo.
«Aparte del dinero, el problema es sobre todo el destrozo. Lo hemos tenido que organizar todo de nuevo, ha sido un trastorno», explica la directora del centro de día Nieves Barranco que atiende en sus instalaciones a medio centenar de personas con Alzheimer y que, tras cerrar sus puertas el pasado viernes, esta semana vuelve a funcionar con normalidad. Eso sí, sus responsables se han visto obligados a instalar una alarma. «Te sientes muy vulnerable al ver en las imágenes de seguridad a esas personas en tu espacio, impacta mucho, pero poco a poco nos vamos recuperando del susto. La parte positiva es todo el apoyo que hemos recibido, muchas personas y familiares que se han ofrecido a ayudar, está bien saber que no estas solo».