Dos hombres han sido detenidos por agentes de la Policía Nacional en Málaga como presuntos responsables de la comisión de once robos con fuerza en naves industriales en la capital malagueña. Según las pesquisas, los sospechosos accedían a los inmuebles haciendo un agujero en los tejados, modus operandi conocido en el argot policial como ‘rififí’; descolgándose seguidamente con una cuerda para adentrarse en las oficinas en busca del dinero.
El perjuicio económico causado a las empresas afectadas asciende a unos 100.000 euros, entre el botín obtenido y los daños provocados. La autoridad judicial competente ha dictado el ingreso en prisión de ambos investigados.
La denominada operación Romo, llevada a cabo por funcionarios del grupo de Robos de la Comisaría Provincial, se inició el pasado mes de diciembre, coincidiendo con la época navideña, y ha concluido ahora, permitiendo el esclarecimiento de una decena de robos en naves industriales de los polígonos Guadalhorce y La Huertecilla, en Málaga capital.
Los casos denunciados reunían un mismo patrón, al darse todos en horario nocturno, a través de la fractura de tejados y la inutilización de los sistemas de alarma instalados en los inmuebles, según ha informado la Policía Nacional en un comunicado.
En el procedimiento del ‘rififí’, los asaltantes acceden a los tejados a través de escaleras o bien se valen de elementos de la vía pública como farolas o aparatos de aire acondicionado instalados en las fachadas. Una vez en el techo de las naves industriales, realizan una apertura en la cubierta lo suficientemente amplia como para introducirse una persona a través de la misma. Finalmente, alcanzan las oficinas tras descolgarse con una cuerda o aprovechando algún elemento del interior del inmueble.
Según las diligencias practicadas, uno de los investigados sufrió una caída accidental desde las alturas, confirmando el incidente el riesgo que implica esta modalidad delictiva para los asaltantes.
Con la colaboración de la Policía Científica, los agentes hallaron indicios en la inspección ocular realizada en el lugar de los hechos que les permitieron identificar inicialmente a uno de los sospechosos.
Precisamente, a partir de ese primer arresto, los investigadores practicaron nuevas diligencias que les llevaron hasta el segundo de los sospechosos, con medio centenar de detenciones por delitos contra el patrimonio.
La autoridad judicial ha dictado el ingreso en prisión de los dos detenidos, a quienes se han intervenido indumentaria y herramientas que les relacionan con los hechos investigados.